Comer de manera balanceada y mantenerse activa con niveles bajos o moderados de actividad física, pueden ayudar a que una mujer evite el aumento excesivo de peso durante el embarazo y el riesgo de obesidad a futuro. Así lo demostró un estudio científico publicado en la edición de agosto de la revista estadounidense Medicine & Science in Sports & Exercise del American College of Sports Medicine.
La cantidad de peso que una mujer debe ganar durante el embarazo depende del Índice de Masa Corporal (IMC) que tenga antes del embarazo.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Medicina de Estados Unidos, un incremento saludable de peso ayuda a que el embarazo y el parto sean más cómodos. También contribuye a tener menos complicaciones y a prevenir la diabetes, la presión arterial alta, el estreñimiento y el dolor de espalda.
La mujer embarazada necesita más proteínas, hierro, calcio y ácido fólico que antes del embarazo. Sin embargo, “comer para dos” no significa comer el doble. De hecho, significa que los alimentos que consume son la principal fuente de nutrientes para el bebé. Se puede considerar que durante los primeros 3 meses, la actividad debe ser similar a la de una mujer no gestante. De ahí en adelante debe disminuirse de acuerdo al cambio en la capacidad respiratoria, aumento de peso y limitaciones por el crecimiento del abdomen