Millones de usuarios de lentes de contacto están a merced de un parásito que se encuentra en el agua del grifo. Pica a través de los globos oculares y podría causar ceguera, advierten los científicos.
El parásito, conocido como «Acanthamoeba» también puede vivir en el polvo, el mar, las duchas y piscinas. Así millones de personas corren el riesgo de quedarse ciegas.
El número real de infecciones es pequeño, pero el tratamiento es largo, doloroso y no es completamente eficaz.
«Es un problema potencial para cada usuario de lentes de contacto», dijo al «Daily Mail», Fiona Henríquez, de la Universidad del Oeste de Escocia.
«Acanthamoeba», un diminuto parásito unicelular, se alimenta de bacterias que se encuentran en lentes de contacto sucios.
Cuando la lente se coloca en el ojo, el parásito comienza a comer y avanza a través de la córnea, que es la capa exterior del globo ocular y procrea, es decir aloja su cría.
Los síntomas incluyen picazón en los ojos y lagrimeo, visión borrosa, sensibilidad a la luz, inflamación de los párpados superiores y dolor extremo.
Según Graeme Stevenson, un oftalmólogo, la visión puede dañarse de forma permanente en una semana. «Por lo general te deja con cicatrices. Su córnea es la ventana de la vida, y si la infección penetra hacia dentro de la tercera capa, se forma una especie de parabrisas helado», dijo Stevenson.
El tratamiento incluye unas gotas para los ojos, cada 20 minutos, día y noche, y pueden pasar hasta tres semanas en el hospital. Los casos más graves pueden requerir trasplantes de córnea.
Los médicos recomiendan mantener limpios los lentes de contacto y reemplazarlos con regularidad.
Los hallazgos fueron presentados en el Festival de Ciencia británico en Aberdeen.