Los fangos o lodos termales han sido utilizados por la humanidad desde tiempos remotos, pues pronto fueron descubiertas sus múltiples aplicaciones. Para empezar, debemos resaltar su acción antiinflamatoria, analgésica y antirreumática. Además estimula la circulación sanguínea, por lo cual se recomienda para personas que tiene problemas de várices.
Retrasan el proceso de envejecimiento de la piel, debido a los minerales que contienen.