La piel sensible es aquélla que tiende a reaccionar de forma exagerada ante factores externos (viento frío, calor extremo, sequedad ambiental producida por las calefacciones y el aire acondicionado, contacto con sustancias irritantes, productos químicos o de limpieza, detergentes, cosméticos inadecuados, abuso de exfoliantes, etc.) e internos (envejecimiento, cambios hormonales, alimentación deficiente, entre otros). Aunque la piel sensible es más frecuente en la región facial, también se da en el área del escote y otras localizaciones como extremidades o cuero cabelludo.
A continuación te daré algunos consejos para cuidarte naturalmente:
* Hervir 2 cucharadas de hojas de salvia en una taza de agua por 5 minutos. Empapar una bolita de algodón y desmaquillar el rostro.
* Usar agua termal para lavar la piel, ya que sus propiedades ofrecen un resultado excelente, debido a su intensa acción calmante.
