Sus frutos presentan un elevado contenido de vitamina A, componente importante en la alimentación. Elimina la hipovitaminosis, principal afección de los niños desnutridos. Del tronco se drena una sustancia azucarada de la que se prepara una miel, recomendada para las personas anémicas y que requieren de dietas energéticas. También es aconsejable para los casos de escorbuto, convalecencia en procesos que desestabilizan el metabolismo orgánico como tuberculosis, disentería, etc.