Susana, 26 años. Soy cuencana. Estudio en Quito en una de las universidades más grandes. Siempre he tratado de cumplir mis sueños. Desde que comenze mis estudios me he esforzado mucho, ha sido duro pero me ha llevado a ser una chica feliz. Extraño mucho a mis padres y creo que esa es la razón fundamental por la que inicié una relación bonita al principio, con un chico de mi universidad. Él me demostró ser una persona agradable, sincero y muy amoroso. Después de cumplir seis meses de noviazgo, cambio su forma de ser repentinamente y comenzó un período muy dificil. Llegó al extremo de golpearme, de insultarme en la calle, de hacerme quedar mal con mis amigos. Yo no podía hacer nada, le tenía mucho miedo. Después de tomar la decisión, lo dejé de lado, viajé a Cuenca por algunos meses, y la relación terminó. Lo que yo hago siempre es orar por él pidiendo que Dios lo perdone, porque yo ya lo hice.
Mi Querida Susana:
Eres muy inteligente, odiarlo te hacía más daño a ti, que a él.
Tu Amiga Karina