La medicina moderna se ve amenazada por la resistencia a los medicamentos antimicrobianos, que matan o evitan el crecimiento de microbios como bacterías, virus, hongos o parásitos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) acaba de presentar su primer e inquietante informe acerca de la alta propagación a escala mundial de la resistencia a los medicamentos que conocemos en la actualidad y, según el informe, los resultados son alarmantes.
La alarma que quiere transmitir la OMS es tal que su Subdirector General para la Seguridad de la Salud, Keiji Fukuda, afirma que “el mundo se dirige hacia una era postantibiótico en la que lo que ahora son infecciones comunes y lesiones menores que han sido tratables en las últimas décadas, podrían llegar a ser mortales”, por lo que hay que tomar “medidas coordinadas y urgentes“.
Fukuda añade que “los antibióticos eficaces han sido uno de los pilares que nos ha permitido vivir más tiempo con más salud y beneficiarnos de la medicina moderna. Si no tomamos medidas para mejorar la prevención de las infecciones y no cambiamos nuestra forma de producir, prescribir y utilizar los antibióticos, el mundo sufrirá una pérdida progresiva de estos bienes de salud pública mundial cuyas repercusiones serán devastadoras”.
El informe de la OMS, titulado Resistencia a los antimicrobianos: informe mundial sobre la vigilancia, hace referencia a medicamentos para el tratamiento de enfermedades como gripe, tuberculosis, malaria o VIH, aunque su eje principal y en el que hace hincapié son los antibacterianos que se emplean para combatir infecciones comunes graves como septicemia, diarrea, neumonía, infecciones urinarias o gonorrea.
Amenaza real para la salud pública
La resistencia a los medicamentos se desarrolla cuando las bacterias sufren cambios que hacen que los antibióticos dejen de funcionar quienes los necesitan como tratamiento para las infecciones. Las más destacadas del informe de la OMS son:
- – La resistencia a los antibióticos carbapenémicos, último recurso terapéutico para las infecciones potencialmente mortales por la bacteria intestinal Klebsiella pneumoniae, extendida a todas las regiones del mundo.
- – La resistencia a las fluoroquinolonas, utilizadas en el tratamiento de las infecciones urinarias por E. coli, está muy extendida.
- – Tratamientos de la gonorrea con cefalosporinas de tercera generación, el último recurso terapéutico en estos casos.
- – La resistencia a los antibióticos prolonga la duración de las enfermedades y aumenta el riesgo de muerte.
Claves
Algunos países ya han tomado medidas para solucionar el problema, pero muchos otros carecen de instrumentos básicos para hacer frente a la resistencia a los medicamentos. La OMS destaca la necesidad de estudiar y desarrollar nuevos productos para poder hacer frente a la incipiente farmacorresistencia, que precisa también nuevos instrumentos y patrones para encontrar soluciones.
Para empezar, y a título personal, podemos contribuir a este llamamiento de la OMS teniendo mayor conciencia sobre el uso (y no abuso) de los medicamentos: utilizar los antibióticos sólo por prescripción médica; completar el tratamiento y abandonando la extendida costumbre de la automedicación.
Fuente: Think big