El papá de Martin Richard, de 8 años, William, participó en el Maratón de Boston, por lo que él, su madre y hermana decidieron acompañarlo y esperar su llegada en la línea de meta, lo que le costó la vida al pequeño.
Cuando el padre terminó la carrera, Martin corrió y lo abrazó, tras ese momento el pequeño regresó a la banqueta con su madre, segundos después estalló la primera bomba que lo privó de la vida. La segunda bomba estalló 12 segundos más tarde y así 3 personas, incluyendo a Martin, perdieron la vida y 170 resultaron lesionadas. Sin embargo, la tragedia de la familia Richard no terminó ahí; la hermana de Martin, Jane, de 5 años, perdió su pierna, mientras su madre, Denise, sufrió una lesión cerebral; ambas permanecen hospitalizadas, mientras que el hijo mayor de la familia, Henry, resultó ileso.