Giorgio Bottinelli es uno de los diseñadores de zapatos más cotizados del país. No usa cuero y asegura que su éxito radica en la sencillez de sus cortes. Maestro.
Su pasión por el diseño empezó en su época de juventud cuando usaba el cabello largo y le gustaba crear dibujos sobre la piel como sinónimo de rebeldía, mientras luchaba por alcanzar sus metas en el ciclismo, donde fue campeón mundial y representó al Ecuador.
Se trata del famoso diseñador de calzado Giorgio Bottinelli, quien llegó al país, hace algunos años en compañía de la ecuatoriana Verónica Varela, quien enamoró su corazón y lo convirtió en padre de sus dos hijos, una niña de ocho y un niño de cuatro años de edad. Su primogénito se llama Christian y tiene 20 años.
Giorgio Bottinelli es un italiano de nacimiento, pero ecuatoriano de corazón, que vino desde Varese, una ciudad cerca de Los Alpes a continuar apostando a sus innatas habilidades.
Bottinelli contó que a pesar que es muy sacrificado dedicarse a estas dos facetas de su vida seguirá fiel a la causa hasta que sus fuerzas se lo permitan. “Me levanto temprano para poder cumplir con cada uno de mis retos”, indicó Giorgio convencido.
Recuerda que tenía siete años cuando comenzó su travesía en el deporte. “Competí en todas las especialidades del ciclismo cuando estuve en mi tierra natal y en Ecuador he sido campeón por cuatro años consecutivos”, sostuvo Bottinelli con orgullo.
Acepta con humildad que su ingreso al diseño del calzado fue en forma casual y apadrinado por su suegro, quien es un zapatero de más de 35 años de trayectoria. “Me inicié vendiendo zapatos, pero fabricados por el padre de mi esposa”, declaró el ‘Rey del calzado’ de 44 años de edad.
Luego decidió abrir su propia tienda y ofrecer diseños de su creatividad. “El primer zapato que diseñé fue algo muy simple. Eran tres tiras cruzadas, pero se convirtieron en un top en venta”, recalcó.
“El éxito de mi diseño es porque me manejo con un estilo muy sencillo, pero sobrio. Tampoco busco mucha complejidad en el corte y conjugo los colores de acuerdo a temporada”, acotó.
Dijo que la marca de sus zapatos es muy joven porque inicialmente vendía sus colecciones con nombres ficticios a diferentes almacenes del país. “Recién tiene en el mercado 10 años y se la conoce como Giorgio Bottinelli”, dijo.
No es amante al uso del cuero en la armazón del calzado. “Me parece innecesario sacrificar un animal solo para satisfacer el ego de alguna persona. Existen materiales muy nobles para su confección”, concluyó.