Aunque no lo creas, a consecuencia de los esmaltes, las uñas van adquiriendo una tonalidad amarilla bastante fea. Por eso, sigue estos consejitos que te ayudarán a solucionar este problema. Son muy prácticos y económicos.
Agua oxigenada
En ¼ de litro de agua caliente, agrega una cucharada de agua oxigenada. Introduce tus uñas en esta mezcla durante 10 minutos. Si repites este procedimiento una vez por semana, tendrás excelentes resultados.
También puedes frotar tus uñas con un algodón impregando en agua oxigenada.
Limón y leche
Remoja tus uñas en una taza de jugo de limón, mezclado con un cuarto de taza de agua. Deja cinco minutos y luego remójalas en leche durante la misma cantidad de tiempo. Luego lava con abundante agua y jabón. Este remedio no es tan rápido. Debes realizarlo todos los días hasta que veas resultados.
Bicarbonato
Para que tus uñas luzcan como si te hubieras hecho el «manicure francés», límpialas por su parte posterior con un algodón mojado en agua con bicarbonato. Te quedarán bellísimas.
Recomendaciones
Antes de pintarte las uñas, debes aplicarte un esmalte base de protección, para evitar que los agentes químicos de la pintura dañen su color original. Para este efecto, puedes utilizar esmalte transparente, o una base de ajo.
Entre pintada y pintada, deja uno o dos días de descanso, para que tus uñas respiren.
Si fumas, evita tener el cigarro mucho rato entre los dedos. Déjalo descansar en el cenicero, porque la mancha de nicotina es bastante difícil de eliminar.