Mar. Nov 12th, 2024

«Rabia», del cineasta ecuatoriano Sebastián Cordero, se estrena hoy en Nueva York, primera ciudad estadounidense en la que los cinéfilos podrán disfrutar de un «thriller» que ha sido aclamado en festivales como el de Tokio, Málaga (España) o Guadalajara (México).

Producida por Guillermo del Toro y basada en la novela homónima del argentino Sergio Bizzio, «Rabia» presenta la historia de dos inmigrantes latinoamericanos que se enamoran en España y se embarcan en una apasionada relación con el trasfondo de la inmigración, la agresividad, la maternidad, la familia y el alcoholismo.

Esta producción, que ha cosechado hasta ahora 15 premios en distintos festivales internacionales, cuenta con la participación del mexicano Gustavo Sánchez Parra y la colombiana Martina García, en los papeles protagonistas, y un amplio reparto de españoles: Concha Velasco, Xabier Elorriaga, Alex Brendemülh e Iciar Bollaín.

Se trata así de una de las escasas colaboraciones que recientemente ha realizado como actriz Bollaín -directora de «Te doy mis ojos» o «Mataharis»-, quien en una reciente entrevista con Efe en Nueva York señaló que el rodaje de «Rabia» fue una experiencia muy satisfactoria y le sirvió para volver a ser dirigida, algo con lo que disfruta.

«Disfruté mucho haciendo esta película bajo la dirección de Sebastián y rodando en el País Vasco. Mi papel es pequeño, pero la experiencia valió mucho la pena», aseguró Bollaín, cuyo título más reciente es «También la lluvia».

«Me encanta lo de actuar. Lo que ocurre es que estoy liada con mis cosas o que hay directores a los que no se les ocurre. Quizás tengo ya un perfil demasiado marcado como directora», añadió Bollaín, quien agradeció la oportunidad que le brindó Cordero con esta cinta.

Sin embargo, los principales protagonistas de «Rabia», que fue rodada íntegramente en la provincia española de Guipúzcoa, en el País Vasco, son Gustavo Sánchez Parra y Martina García, quienes encarnan a José María y Rosa, la pareja de enamorados.

El principal problema de José María es su agresividad y su difícil carácter, que asoma cada vez que alguien ofende a su guapísima novia colombiana, que trabaja para un matrimonio de alta posición social.

Por ella discute con el capataz de la obra donde trabajaba y, en un accidente, lo mata, lo que lo lleva a esconderse en el desván del caserón donde sirve su novia, pero ni siquiera a ella le dice dónde está.

«José María se convierte casi en un animal salvaje, asustado por la posibilidad de que los descubran pero también de lo que él puede descubrir sobre Rosa, la mujer a la que ama y que está tan cerca de él y a la vez tan lejos», indica el director de la película en las notas de producción distribuidas a la prensa en Estados Unidos.

Para Cordero, el protagonista lleva «una vida invisible y llena de soledad y, como otros inmigrantes latinoamericanos que llegan a España, su único confort llega de la esperanza de reencontrarse con sus seres queridos».

«La rabia alude a la creciente furia que experimenta José María al ser privado de algo básico: respeto, amor y familia», explicó el director de un filme que ya se ha empezado a presentar a los críticos en Nueva York y para la que sus distribuidores en Estados Unidos preparan ya un recorrido por otras ciudades del país.

La película logró en el último festival de Málaga en España las «biznagas» de oro a la mejor película, plata a la mejor fotografía, plata al mejor actor de reparto (Brendemülh) y mención al protagonista, así como los premios especial del jurado del festival de Tokio, y al mejor director, actor y fotografía en el de Guadalajara (México). EFE



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