Recuerda que la calidad de tu piel refleja la salud de tu cuerpo. Lo mejor para la piel es el descanso, el ejercicio y una dieta balanceada.
Sin embargo, durante el embarazo es preciso algunos cuidados especiales. En general tu piel sufre cambios debido a la influencia hormonal propia de esta etapa femenina.
Los estrógenos brindan a tu piel mayor irrigación e hidratación, pero en zonas como los muslos pueden poner de manifiesto ‘celulitis’ (piel de naranja), que por lo general desaparece después del parto, siempre y cuando el depósito de grasa de tu cuerpo no se haya incrementado exageradamente.
Es importante favorecer la elasticidad de la piel, manteniéndola bien hidratada, controlando el aumento de peso brusco ya que de esta manera puede evitarse la aparición de estrías en zonas específicas del cuerpo.
Limpia tu rostro:
Durante el día, las glándulas cebáceas de tu rostro segregan una cantidad abundante de sudor, el mismo que es la causa de los molestosos paños.
Cremas hidratantes:
Utiliza compuestos hidratantes para el cuerpo, preferiblemente sin sustancias químicas en su composición. Ayudan a que la piel se estire con mayor suavidad.
Abundante agua:
Es importante que consumas alimentos ricos en el liquido vital y consumas por lo menos 8 vasos de agua. Te ayudará a mantenerte humectada.