Ronaldinho, estrella del Atlético Mineiro, que hoy fue eliminado, en Marraquech, por el Raja Casablanca en la semifinal del Mundial de Clubes (3-1), fue aclamado por los jugadores rivales que al final del partido se precipitaron a abrazarlo, e incluso le pidieron sus zapatos como recuerdo.
Ronaldinho, que apuró la recuperación de la rotura del aductor que sufrió a finales de septiembre, admitió que “es difícil aceptar la derrota”. “Es imposible no sentirse abatido, porque las expectativas era altas. Pero ha sido un año maravilloso, en el que entramos en la historia del club”, dijo a la conclusión de la semifinal, en referencia la conquista de la Copa Libertadores que le permitió disputar este Mundial.
Ronaldinho, no obstante, admitió que, no disputar la final contra el Bayern Múnich de Pep Guardiola, es un duro golpe. “Es difícil aceptar la derrota, pero ahora hay que asimilarlo y quedarnos con el resto”, dijo.
El exjugador del Barcelona aseguró que fue un partido equilibrado en el que ambos conjuntos tuvieron ocasiones. “Los dos tuvimos oportunidades, pero ellos llegaron mejor a los minutos finales. Aprovecharon nuestra desesperación (tras el penalti que supuso el 2-1) y aumentaron la ventaja al final. Ahora, hay que tener la cabeza fría”, añadió. EFE