El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, amenazó con sanciones y la revocación del mandato a las legisladoras oficialistas que plantearon despenalizar el aborto y desacataron un acuerdo del movimiento Alianza País (AP) para mantener las penalidades y excepciones en ese tema.
«Voy a pedir fuertes sanciones para ciertas asambleístas» de AP y «tampoco excluyo (…), como dice la Constitución, que yo pida la revocatoria del mandato» de aquellas que plantearon la despenalización del aborto durante el debate legislativo del Código Orgánico Integral Penal, que incluye el polémico capítulo, añadió.
Durante su habitual informe sabatino, Correa criticó fuertemente a las legisladoras oficialistas que, según dijo, pese a haber un acuerdo previo en el grupo oficialista, propusieron la despenalización del aborto en casos de violación.
El oficialismo había presentado las reformas al Código Penal que incluye la penalización del aborto, excepto en caso de violación a mujeres con retardo mental.
La asambleísta Paola Pabón, de AP, que había sugerido que el aborto no sea punible en Ecuador en cualquier caso, retiró el viernes su moción, un día después de que Correa criticara esa propuesta por no responder a los acuerdos en el interior del oficialismo.
Correa reconoció que el tema del aborto es uno de los asuntos más discutidos y de controversia al interior de Alianza País, pero remarcó que tras un tratamiento de años, se llegó a un acuerdo entre las diversas tendencias del movimiento que intentó romperse en el tratamiento del Código Penal en la Asamblea Nacional.
Recordó que la ley acepta el aborto terapéutico y como consecuencia de violación a una mujer con discapacidad mental, pero remarcó que su postura y de AP, en general, es la defensa de la vida desde la concepción.
«El problema aquí no es pensar diferente (en el interior de AP), el problema aquí es la deslealtad política», que podría afectar a la organización política y al proyecto político, añadió el mandatario izquierdista.
La postura de algunas asambleístas del oficialismo frente al aborto «fue una puñalada por la espalda», porque «se traicionaron acuerdos políticos y eso no lo podemos permitir en Alianza País», remarcó el mandatario.
«Es una torpeza estar desgastándose con estas cosas, cuando hay mucho por hacer», como combatir la pobreza, agregó Correa, pero insistió en que el problema es «la deslealtad» de las legisladoras frente a los acuerdos internos.
Además, dijo que los eventuales desacuerdos en el oficialismo se resuelven en el interior de Alianza País, un movimiento al que calificó de «diverso», y aseguró que la mayoría del pueblo ecuatoriano es contrario al aborto.
Por otra parte, el mandatario lamentó la actitud de decenas de médicos de un hospital de Quito que amenazaron con renunciar de forma masiva si se aprobaban en el mismo Código Penal sanciones por mala práctica profesional.
Correa señaló que, pese a haber pedido a la Asamblea Nacional legislativa que considere ciertas modificaciones a dicha normativa en ese campo, no comparte la actitud de los galenos.
Dijo que si ellos renuncian, tendrá que tomar medidas, como contratar a médicos extranjeros, para que suplan la eventual falta de atención en los hospitales.
«Si quieren renunciar, nadie los va a detener», señaló Correa y apuntó que, además, «todavía no ha pasado absolutamente nada», porque si se aprueba algo con lo que no esté de acuerdo, él tiene la facultad de vetar de forma parcial la normativa respectiva. EFE
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