En una entrevista realizada por un prestigioso canal de televisión, un representante del Colegio Nacional Mejía, afirmó que uno de los puntos que los lleva a protestar es su desacuerdo con la Ley de Educación Superior. Según el joven, dicha norma legal obstaculiza el derecho de los estudiantes a acceder a la universidad. Según el vocero de la institución educativa, las pruebas de ingreso constituyen una represión para los jóvenes de la patria.
Un examen de ingreso, no es un objeto de represión, es una manera de asegurar el buen rendimiento en las aulas.
Es verdad, todos los ciudadanos tienen derecho a ir a la universidad, pero también les compete, el deber de esforzarse.
Los cupos en la universidad estatal son límitados y es totalmente justo que ingresen las personas que van con el objetivo de prepararse.
Los estudiantes del Mejía se caracterizan por protestar en favor del pueblo, pero en este punto de la Ley de Educación se equivocaron.