Las autoridades ecuatorianas estiman en unas 30 hectáreas la superficie calcinada desde ayer en el incendio que afecta al Parque Metropolitano de Quito, el principal de la ciudad, que ya ha sido controlado y en cuya extinción total trabajan cerca de 700 personas.
El incendio, que generó una intensa columna de humo visible desde numerosos puntos de la capital, pudo ser intencionado, según las primeras investigaciones, ya que en las inmediaciones se hallaron restos de artefactos pirotécnicos, tubos plásticos y material aislante, señaló el Ministerio del Interior.
Personal de los Bomberos, Policía, Fuerzas Armadas, Municipio de Quito y Departamento de Gestión de Riesgos, con el apoyo aéreo de un helicóptero, trabajan en la extinción del fuego, desde que se declaró ayer hacia el mediodía.
Rachas de viento han dificultado las labores de lucha contra el fuego, que afecta sobre todo la parte occidental y oriental del recinto, de unas 570 hectáreas, que constituye el principal pulmón de la ciudad y cada fin de semana recibe la visita de entre 20.000 y 30.000 personas, según la empresa pública Quito Turismo.
Avivados por el viento y favorecidos por la baja humedad y las elevadas temperaturas, Quito registró desde este fin de semana cerca de una decena de incendios, la mayoría controlados, aunque aún permanecen activos los del Parque Metropolitano, el Cerro Auqui y Calacalí, dijeron las autoridades.
Ecuador sufrió el pasado año una racha de incendios que calcinó unas 10.000 hectáreas de bosques y matorrales entre septiembre y octubre. En la capital ecuatoriana, donde ardieron más de 3.000 hectáreas, se declaró la situación de emergencia.
La serie de incendios de 2012 causada, entre otras razones, por la fuerte sequía, desbordó la capacidad de los bomberos y llevó a las autoridades a solicitar ayuda a países amigos.
Colombia y Venezuela enviaron helicópteros; Brasil un avión especial para combatir las llamas desde el aire; mientras que Chile facilitó un grupo de especialistas en este tipo de incendios de la Unidad de Manejo del Fuego de la Corporación Nacional Forestal (Conaf). EFE