Un voraz incendio que se produjo ayer en el Parque Metropolitano, al este de Quito, cubrió de humo gran parte de la capital ecuatoriana y, de momento, se desconoce si ocasionó víctimas o daños materiales.
El Municipio aseguró que logró controlar el incendio y que encontró evidencias que apuntan a que el incendio fue provocado.
El alcalde de Quito, Augusto Barrera, informó de que los bomberos descubrieron restos pirotécnicos y huellas de pisadas.
Unos 600 efectivos de la fuerza pública, bomberos y organismos de asistencia fueron desplegados para hacer frente al incendio que afectó a 21 de las 500 hectáreas del parque, según un comunicado del despacho de Barrera.
Además, el ministro del Interior, José Serrano, que acudió al lugar del incendio, anunció un sistema de recompensas a cambio de información que permita dar con los supuestos responsables.
La ministra de Defensa, María Fernanda Espinosa, informó de que un helicóptero de las Fuerzas Armadas, dotado de un sistema de transporte de agua, apoyó las labores para mitigar el incendio.
La Empresa Eléctrica de Quito, por su parte, anunció que ya fue restablecido el suministro de energía en las localidades de Cumbayá, Pifo y Puembo, situadas en valles aledaños a la ciudad, que había sido cortado por el incendio.
La Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) informó de que también se registraron otros incendios en un sector de la provincia de Loja, pero que ya fue sofocado.
Asimismo, se ha informado de incendios en el sector de La Dolorosa de la provincia austral de Azuay, otro en la costera de El Oro y también en la zona andina de Otavalo, de la provincia de Imbabura, al norte del país.
La intensa humareda que cubrió ayer parte del cielo quiteño recordó a sus habitantes los incendios que el país soportó hace un año, cuando unas 10.000 hectáreas de bosques y matorrales resultaron quemadas por continuos incendios entre septiembre y octubre.
Los incendios del año pasado obligaron a declarar la situación de emergencia en la capital ecuatoriana, donde ardieron más de 3.000 hectáreas.
La serie de incendios de 2012 causada, entre otras razones, por la fuerte sequía, desbordó la capacidad de los bomberos y llevó a las autoridades a solicitar ayuda a países amigos.
Colombia y Venezuela enviaron helicópteros y Brasil un avión especial para combatir las llamas desde el aire, mientras que Chile facilitó un grupo de especialistas en este tipo de incendios de la Unidad de Manejo del Fuego de la Corporación Nacional Forestal (Conaf). EFE