La selección nacional está lista para encarar dos partidos amistosos en el exterior. Este viernes ante México, en New Jersey y el domingo 16, en Seúl frente a Corea del Sur.
No está mal que la FEF le busque actividad al combinado. Lo que no es prudente, es frenar el campeonato nacional para servir de sparring a combinados mundialistas, pensando más en el producto económico, que en el bienestar futbolístico.
La Tri por ahora no tiene norte. Camina sin brújula, sin proyectos concretos, apoyada en supuestos, antes que en planes reales, comenzando porque hasta ahora no se ha nombrado al nuevo responsable del comando técnico, que recién será escogido a finales de año, según lo expresado por los dirigentes del organismo rector.
Están perdiendo valioso tiempo, sostiene el grueso de la afición y una parte del periodismo, pero la cúpula directriz tiene otra visión, encuadrada en el ahorro. Para ellos es un desperdicio apurar la contratación de un estratega, en tiempos de vacas flacas y horas bajas, tras quedarnos para mirar el Mundial de Sudáfrica por televisión. Desde mi ángulo de visión, este tipo de partidos amistosos, no tienen razón de ser. Se convierten en un perjuicio para los clubes, que volverán a soportar otra paralización por la cita mundialista entre el 11 de junio y el 11 de julio. Sería preciso preguntarle a la FEF, de que arcas saldrán los recursos para cubriri las infladas nónimas de los equipos, tras 45 días de inactividad. Ya verán que el descalabro económico no tardará en presentarse, sobre todo en las entidades pobres, que viven en las aguas de la angustia. Y otra cosa, es imperioso respetar a la selección. Lo digo por la inexplicable convocatoria del ‘Nine’ Kaviedes. Es una burla que lo citen, si en Macará es un desastre. Por: Raúl Cruz Molina