Una acción coordinada entre las policías de Ecuador y Colombia permitió la desarticulación en Quito de una banda dedicada al tráfico de personas, sobre todo de ciudadanos asiáticos, cuyo destino final era Estados Unidos, informaron hoy fuentes oficiales.
El Ministerio del Interior de Ecuador indicó que seis sospechosos de origen nepalí, bengalí e hindú fueron detenidos en la operación, que permitió el rescate de 18 víctimas de tráfico de personas.
En Colombia, señaló el Ministerio, se apresaron a otras 13 personas sospechosas de efectuar la misma operación.
El fiscal general de Ecuador, Galo Chiriboga, indicó en rueda de prensa que ha conversado con autoridades colombianas, a las que ofreció remitir la «información que la Fiscalía de Colombia requiera para sustentar los casos que tienen allá».
Incluso, indicó Chiriboga, se indaga la posible relación de la banda con «la muerte de siete personas en un accidente de tránsito ocurrido precisamente con migrantes introducidos ilegítimamente en Colombia».
Según las autoridades ecuatorianas, las investigaciones para desarticular la banda dedicada al tráfico de personas empezó hace unos siete meses.
Por su parte, el ministro del Interior, José Serrano, en la misma rueda de prensa señaló que gracias al trabajo de un «equipo interdisciplinario» de especialistas se logró la desarticulación de esta organización dedicada al tráfico de personas a escala internacional.
Añadió que las víctimas rescatadas permanecían en varios inmuebles de Quito y esperaban que las condiciones fueran propicias para viajar ilegalmente con destino a Estados Unidos, vía Colombia y América Central.
Las víctimas eran emigrantes provenientes de Nepal, India, Pakistán y Bangladesh, quienes habían ingresado a Suramérica por Brasil para luego ser trasladados a Perú y de allí a Ecuador.
La Policía Judicial, según las primeras averiguaciones, sospecha que los traficantes cobraban entre 25.000 y 30.000 dólares a cada inmigrante ilegal para su traslado hacia EE.UU. EFE