«Me duele el corazón con tal violencia, me duele que no puedo respirar…» canta la leyenda del pasillo ecuatoriano Julio Jaramillo, que estos días trae a Madrid uno de los pilares de la cultura musical de ese país.
Con ritmos de guitarra suaves y compases tristes, este género musical nostálgico y melancólico que habla de desengaños, muerte y la pasión del enamorado, constituye uno de los pilares de la cultura ecuatoriana en la que cualquier ciudadano del país ve reflejada la esencia de sus tradiciones y que estos días suena en Madrid.
Con un formato similar a conocidos programas televisivos, el Gobierno de Ecuador ha querido promocionar su música más representativa fuera de sus fronteras dentro de su campaña para declarar esta parte de su cultura Patrimonio Inmaterial de su país.
En el anfiteatro cedido por el sindicato UGT sonarán las melodías cálidas que transportan a esas imágenes de antaño en blanco y negro de cantantes vestidos de chaqueta y corbata.
A los participantes no les duele el corazón, como recita la canción de Jaramillo, sino que no pueden ocultar su ilusión.
Es «poesía hecha música» en palabras de Viviana Huaca, una profesora de música originaria de Ibarra, en el norte de Ecuador, que lleva diez años afincada en Barcelona y es una de las finalistas del concurso.
La ibarreña afirma estar muy contenta con la idea del certamen porque cree que es una buena manera de enseñar a las nuevas generaciones el arte de su tierra y servirá para que «no se olviden de las canciones tradicionales y no se pierda esta parte tan importante de nuestra cultura».
Esta instrumentista que toca el acordeón, la guitarra y la flauta se declara una defensora acérrima de la música nacional y recuerda con cariño que su padre le levantaba para ir al colegio con esta música de fondo.
Estos cantes, aunque no de manera masiva, se han introducido poco a poco en España gracias al aumento de la población ecuatoriana en la última década.
Otro de los finalistas, el guitarrista y solista Daniel Mera, de Loja, afirma que muchos amigos suyos españoles se interesan por esta música cuando él la toca o la pone en reuniones o fiestas.
Cuenta a Efe que solía tocar en un trío de amigos en Ecuador pero que se tuvieron que disolver pues todos emigraron en busca de mejores oportunidades.
Este músico dice que ganar no le preocupa, que lo importante es participar en esta iniciativa ya que «el Pasillo es lo principal de nuestra patria».
Cuando habla de su música se nota una cierta nostalgia por su tierra ya que en trece años de vivir en España sólo ha vuelto a Ecuador en una ocasión.
Tanto Mera como Huaca citan entre sus principales influencias, además de al mencionado Jaramillo, al Niño Naranjo o al trío Los Embajadores, artistas que mantienen vivos los lazos con su patria.
La invitación al evento es abierta y gratuita, asegura la embajadora ecuatoriana en España, Aminta Buenaño, que, al igual que los dos concursantes, defiende que el Pasillo «es la música nacional por antonomasia».
Antes del concurso musical habrá un festival gastronómico en el que se podrán degustar las especialidades ecuatorianas, con una gran diversidad de sabores que van desde las recetas típicas de las regiones de la costa, a la montaña o la amazonía. EFE