No permitir que varios pandilleros le falten el respeto, mientras se tomaba unas cervezas con un familiar afuera de su casa, fue motivo suficiente para que Bruno Efraín Loor Villalba (37), recibiera dos impactos de bala y muriera a los pocos minutos en el hospital.
La muerte de Loor, se produjo la tarde del domingo a las 17h00 en el Hospital Guayaquil; luego de ser abaleado por pandilleros que no le perdonaron el haber llamado a la Policía y denunciarlos.
Según la madre del occiso, Elena Villalba, su hijo pecó de ‘buen vecino’ denunciando la presencia de pandilleros en un domicilio al lado de donde vivía, en la Cooperativa Batalla de Tarqui, en el Guasmo Sur de Guayaquil,
«Mi hijo siempre trataba de que en el vecindario donde él vivía, los pandilleros o dañados no hagan de las suyas. Eso le costó la vida y solo Dios sabrá juzgar a quienes lo mataron», expresó Elena Villalba, quien vino desde Salinas, donde vive desde hace 5 años, para darle el último adiós a su vástago.
Los disparos contra Loor, impactaron en el tórax y abdomen, produciéndole una hemorragia interna que sería la causa principal de su muerte.
El fallecido se dedicaba a la pesca artesanal. Deja en la orfandad a dos inocentes menores. (MV)