Vie. Sep 20th, 2024

Occisa tenía varias señales de golpes en el rostro

La curiosidad invadió la mañana de ayer a los moradores de Pisulí, tras enterarse que en el lugar apareció el cadáver de una mujer, que según comentó el personal de Criminalística que retiró el cuerpo, tenía aproximadamente 17 años.

Al parecer, la mujer fue lanzada desde la carretera hasta la quebrada, donde personas que viven en el sector se percataron del cuerpo de la fallecida, que vestía con un jean, una blusa celeste, chompa azul, zapatos negros y tenía un tatuaje (tribal) en el abdomen.

«Una señora que recoge cartón fue quien vio a la muerta. Ella me avisó y llamamos a la Policía», indicó una de las moradoras del lugar, que salía de su vivienda a comprar pañales, cuando fue interceptada por la mujer que descubrió el cadáver.

«Esa chica no es conocida, seguramente la mataron por otro lado y la vinieron a lanzar aquí. Eso ya es normal en esta quebrada. A los muertos los botan como a perros y nadie dice nada», dijo una moradora, quien también manifestó que la occisa, que no había sido identificada hasta el cierre de esta edición, «tenía la boca con sangre, como si la hubiesen golpeado, antes de matarla».

Cuando el personal de Criminalistica realizaba el levantamiento del cuerpo de la mujer, no encontró en su poder documentos que la identifiquen, pero sí unos papeles, que según los curiosos, eran «dos comprobantes de retiro del Banco de Guayaquil». Las autoridades deberán esclarecer este caso, que aunque no sorprende mucho a las personas que viven cerca de las quebradas, al norte de Quito, se suma a las larga lista de personas que son asesinadas y abandonadas en estos terrenos baldíos, que sirven como cómplices para que los asesinos traten de desaparecer los cuerpos.