Se habla de tres sabios hombres, cuya misión no era la de adorar al hijo de Dios, sino de seguir una orden de Herodes, de acabar con el recién nacido, pero el trío terminó como siervo del que sería después el redentor.
La historia de la humanidad está llena de una serie de hechos que no han podido ser comprobados, pero que por la misma dinámica tradicional de contar las cosas, se han convertido en una realidad que por siglos sigue y se cree, convirtiéndose entonces en una verdad que nos involucra a todos.
Una de estas historias, es la existencia de los Tres Reyes Magos, aquellos que según Mateo, acudieron al sitio donde nació Jesús en un establo de Belén y le llevaron Oro, Incienso y Mirra, los tres elementos de sabiduría, fraternidad y obediencia, que representaban la sumisión y obediencia eterna, por la convicción de que el niño que había nacido, era el hijo de Dios.
La historia real, de los tiempos del siglo II, no habla de cuantos hombres eran, tampoco de si eran sabios, reyes o magos. Se cuenta , que el Rey Herodes, ante el anuncio de que nacería el hijo de Dios, había ordenado a estos hombres buscarlo y ajusticiarlo, pero ellos, guiados por una estrella que observaron en el cielo, hicieron el recorrido que la misma les indicó y llegaron al lugar donde había nacido Jesús en la población de Jerusalén. Pero no para cumplir la orden de Herodes, sino para adorar al recién nacido como el Rey de los Hombres.
Representación de las razas
Se trataba de tres hombres, uno blanco, uno amarillo y otro negro, según en representación de las tres razas existentes en el mundo. Uno venía de Asia, otro de Europa y el último de Persia, eran tres sabios sacerdotes de la época del reinado de Darío de Medo (de las tierras de Babilonia, Persia e Israel), que viajaron en camellos y dromedarios. Al estar frente al Niño, se postraron a sus pies y se convirtieron de paganos a creyentes.
Se les llamó también los Reyes del Oriente, porque se suponía que venían de Babilonia y Damasco, que era el oriente de la tierra sagrada. Al parecer durante su travesía, al observar la estrella de Belén, se les apareció un ángel que les habló y les dijo que la orden de Herodes no era la correcta y por eso la adoración y los regalos al recién nacido, Rey de Los Judíos.
Sus nombres eran Gaspar, Melchor y Baltasar y así han pasado a la historia de la humanidad, que tradicionalmente conmemora la fecha y se ha hecho costumbre en casi todas partes del mundo, que la noche de la víspera del 6 de enero, estos personajes llevan juguetes a todos los niños del mundo para recordar el nacimiento del hijo de Dios, justo en la época de la Epifanía.
Conmemoración
El Día de Reyes era conmemorado solamente por un sector de creyentes en la historia de Mateo, pero Tomas en el nuevo testamento también los menciona y profundiza sobre la existencia de los tres hombres, por lo que algunos Papas se ocuparon de ellos e incluso el actual, Benedicto XVI, los refiere en sus historias sobre el nacimiento de Jesús y su nacimiento en el establo.
Sus restos, se encuentran colocados en un Relicario, ubicado en la parte posterior del altar mayor de la Iglesia de Colonia en Alemania, en un gran sarcófago triple, color dorado, y resguardado eternamente. Anualmente se efectúa la visita de miles de turistas y peregrinos de todo el mundo.
Saludos a todos los niños del mundo, que hoy esperan la visita de los Tres Reyes Magos, como símbolo de la creencia eterna de la existencia del Gran Redentor de la Humanidad.
Fuente: Nueva Prensa de Oriente