Pero la vida -y la ciencia- también nos ha demostrado que esto no es fácil: siempre hay antojo, una celebración o una agenda muy ocupada que está por encima de la intención de hacer dieta, tan popular por estos días posdecembrinos.
Un estudio concluyó recientEmente que no comer no es sinónimo de adelgazar y otro, del Centro de Investigación de Cáncer Fred Hutchinson, encontró que la mejor forma de entrar en un régimen alimenticio y deportivo exitoso es escribiendo un diario: registrar y concientizarse del número de calorías que uno consume para evitar engañarse o esquivar las consecuencias.
La conducta de autocontrol, sin embargo, no deja de ser un sistema difícil de llevar para quienes gustan del chocolate, por ejemplo. Y ni hablar para quienes son adictos. De ahí la recurrencia de la frase «yo no tengo fuerza de voluntad».
Las nuevas tecnologías quieren ser la solución a las tentaciones. Aplicaciones para medir el consumo alimenticio y monitores de la actividad física esperan convertirse en el nuevo sistema de dietas, que no sacrifican comer, pero sí le «enseñen» al usuario cómo controlar su consumo.
Aplicaciones para teléfonos móviles, tabletas y web como GymPac, Shape Up, Lose It y My Fitness Pal pretenden ayudar a las personas, por medio de sistemas de control del comportamiento y entrega de recompensas, a modificar y regular sus hábitos alimenticios.
Por otro lado, una serie de nuevos gadgets -como el FuelBand de Nike, Fitbit One y BodyMedia FIT- dicen contabilizar la actividad física durante el día, permitiéndole al usuario saber si se quemó el número necesario de calorías para bajar de peso.
Fuente: BBC Mundo