Vie. Sep 20th, 2024

Las celebraciones del Solsticio de Invierno dieron la bienvenida a una nueva era. Un tiempo de reconciliación con la naturaleza.

El ambiente del tan esperado fin del mundo inició con normalidad, más las convocatorias ya se habían hecho. Decenas de personas se dieron cita en los lugares considerados sagrados, es así que el Itchimbía, Catequilla, fueron visitados para recibir las nuevas energías.
El sol irradiaba casi al medio día del viernes, mientras los shamanes pedían permiso a las montañas para permanecer en vigilia durante tres días, otros quizá menos comprometidos solo se hicieron presentes en el ritual principal.
UN PEDIDO EN COMÚN
En el cerro de Catequilla, ubicado al noroccidente de Quito llegaron alrededor de cuarenta personas, que compartían la creencia de que un nuevo tiempo y espacio se abrieron el 21 de diciembre. Se prendieron cuatro llamas alrededor del pequeño monumento erigido en el lugar, en los cuatro puntos cardinales que además también representan los elementos de la naturaleza: aire, agua, fuego y tierra.
Cada uno de los presentes se acercaba hacia el altar diciendo sus propias plegarias y ofreciendo alguna ofrenda como frutas, maíz, hojas de tabaco, música o danza. Con esto además agradecieron a la ‘madre tierra’ por las bondades recibidas.
Luis Calahorrano, uno de los presentes pidió llevar una relación armoniosa con la naturaleza, ya que el ser humano se aprovecha de sus recursos, pero de forma irresponsable. El maltrato y la explotación indiscriminada son una de las preocupaciones de estos grupos de personas.
EL INICIO DE
UNA NUEVA ERA
Según los pueblos milenarios, entre ellos los Kitu Caras, Los Incas, Los Mayas, entre otros dividieron al tiempo en diferentes etapas, por lo que el pasado viernes, además de celebrarse el Kapac Raymi o tiempo de florecimiento, también se dio la bienvenida a un nuevo ciclo del universo. Las ceremonias fueron una forma de comprometerse a ser mejores personas y desde ese cambio interno lograr un mundo mejor.
Así mismo se enfatizó en que los tiempos venideros resultarán a veces difíciles, pero que el universo también  ofrecerá a los seres humanos nuevas energías para enfrentar lo bueno y lo malo.

Por adm