Vie. Nov 22nd, 2024

 Explosiones en viviendas se deben a deudas entre narcotraficantes

Las bombas colocadas el pasado miércoles en dos casas de las ciudadelas Bellavista y Los Almendros, en Guayaquil, se deben a una deuda entre narcotraficantes que alcanza los 200 mil dólares. La deuda fue dejada por Pablo Aníbal Salazar Guerrero, quien fue acribillado el pasado 7 de octubre en la Ciudadela Autoridad Portuaria, mientras se dirigía con sus hijos en un vehículo Hyundai Santa Fé.

 Tal parece que el occiso, quien era miembro de una gran banda dedicada a la comercialización de droga en todo el Puerto Principal, realizó una mala jugada que fue descubierta por los demás narcotraficantes, siendo esa la razón para que lo asesinaran y por lo que ahora quieran terminar con toda su familia, si no pagan hasta el último centavo, que Salazar les robó.

MÁS ACTOS DE VENGANZA

Sin embargo, la muerte de Salazar y las explosiones ocurridas días atrás, no serían los únicos actos de venganza que habrían hecho los narcotraficantes; ya que las investigaciones policiales determinan que las muertes ocurridas el pasado 19 de octubre donde murieron Teófilo Navarrete (baleado), Gloria Núñez y Ernesto Salazar (acribillados en el suburbio de Guayaquil) tienen relación. Esto, tras comprobarse que Salazar, era el líder de una banda de vendedores de estupefacientes denominada la «Banda de Pablito».

Esta banda funcionaba aparte de la organización de narcotraficantes a la que pertenecía Pablo, y era manejada en su totalidad por Ernesto Salazar Guerrero, quien era hermano de «Pablito» y por lo cual también encontró la muerte.

OPERAN DESDE LA CÁRCEL

La duda que aún mantiene la Policía, es sobre los autores de los crímenes y desde donde funcionan. Sin embargo, se cree que esta banda opera desde la Penitenciaría del Litoral, por lo que aparte de la presunta deuda, se cree que también se trate de una disputa por el territorio.

En las primeras indagaciones realizadas a Emilia Rocío Vera Ortega, conviviente de Pablo Salazar, dejan en claro que los atentados y amenazas perpetuados se deben a la estafa realizada por su esposo, señalando que todos los lugares donde explotaron las bombas están a nombre de él y eran conocidos por los narcotraficantes, debido a varias reuniones efectuadas en esos sitios.

BOMBA NO LOGRÓ OBJETIVO

Se conoce que el día de las explosiones en Bellavista y Los Almendros, hubo una tercera bomba, que gracias a la participación de los agentes del Grupo de Intervenciones y Rescate (GIR) no explotó.

El artefacto explosivo había sido colocado en casa de Emilia Martillo Ortega, madre de Emilia Vera, en las calles 12 y Colombia. En el domicilio, encontraron documentos que solicitaban a Martillo, que su hija pague la deuda del esposo, caso contrario moriría.

BUSCAN A CABECILLAS DE LA BANDA

El Comandante de la Policía de Guayas, Crnl. Juan Ruales, explicó que el caso es muy complicado y que las investigaciones están siendo realizadas por uniformados expertos en este tipo de acciones delictivas. Sin embargo, también fue claro en señalar que los familiares de Pablo Salazar, deben colaborar con datos que permitan atar los cabos para llegar a los verdaderos cabecillas de la banda, que están solicitando el pago de la deuda.

El acceso a la familia de Pablo Salazar, es imposible; sin embargo, en los próximos días el Coronel Ruales, brindará una rueda de prensa sobre este caso.

 

Por: Marcos Velasco

Foto: Malena Armendáriz