María Lachimba, es una madre que vio partir a sus dos hijas hace nueve años. Desde ese entonces no ha vuelto a verlas. Sus ojos se llenan de lágrimas al recordarlas. En esta ocasión nos contará su historia y les enviará un mensaje.
«Rosa y Sofía, son mis hijas.Ambas se fueron a España hacenueve años. Al principio, me llamaban muy seguido y estábamos en contacto. Yo sabía todo lo que hacían y a pesar de la distancia estábamos conectadas.
Con el tiempo dejé de hacerles falta. Sofía me llama una vez cada tres meses y a veces me manda algo de dinero.
De Rosa, no sé nada. Ella nunca se comunica conmigo. No tengo idea, en que trabaja, ni donde vive.
Mis hijas ya hicieron su vida, consiguieron esposo y ya dejé de ser importante para ellas. Incluso tienen hijos y lo más triste de todo, es que ni siquiera sé los nombres de mis nietos.
Estoy enferma y ellas no lo saben y lo único que me gustaría es que regresen.
Ellas me dicen que están bien, pero no me conformo hasta verlas sanas y buenas».
«Hijas, me dirijo a ustedes por medio de este medio de comunicación, para pedirles que vuelvan. Quiero verlas y tenerlas entre mis brazos.
Necesito conocer a sus hijos. No me nieguen el gusto de cargar a mis nietos.
Estoy fregada con mi salud y me siento muy sola. Lo único que le pido a la vida es que me permita tenerlas a mi lado los más rápido posible.
Nunca pensé que se iban a olvidar de mi. Sufro mucho por su ingratitud».