23 feb (EFE).- La ONG Amnistía Internacional (AI) exigió hoy el cierre de los centros de detención para solicitantes de asilo en las zonas remotas de Australia debido a que la «prolongada» e «indefinida» privación de libertad les lleva a intentar suicidarse.
«Tras hablar con un número indeterminado de solicitantes de asilo cuya salud mental ha sido destruida por este sistema, consideramos que es moralmente reprochable que esta política continúe por más tiempo», declaró el portavoz para asuntos de refugiados de AI, Graham Thom, en un comunicado publicado hoy.
La ONG condenó la política de privación obligatoria de los inmigrantes indocumentados y pidió que se limite a un máximo de 30 días el período de detención de los solicitantes de asilo y que se fomente su integración, principalmente los menores que viajan sin compañía, en las comunidades a la espera de que se realicen sus trámites.
Hasta el 21 de enero de 2012 había 4.738 inmigrantes internados en estos centros, situados en lugares tan remotos como las islas Christmas, en medio del océano Indico, a más de 2.360 kilómetros al noroeste del Perth, o en pleno desierto.
Una gran parte de los solicitantes de asilo que llegan cada año por mar a las costas australianas provienen de zonas de conflicto como Afganistán e Irán y una vez interceptados por las autoridades pueden pasar meses o años en los centros de detención.
En el comunicado, el portavoz de AI recalcó que estos centros dan la impresión «innecesaria» de ser prisiones y carecen de servicios básicos como atención médica, comunicaciones y redes de apoyo.
Thom también comentó el deterioro de la salud mental de los detenidos, quienes en su mayoría toman pastillas para dormir y sufren traumas como consecuencia del prolongado e incierto período de tiempo que pasan en esas instalaciones.
Las críticas de AI se suman a las del Alto Comisionado de ONU para los Refugiados (ACNUR), Antonio Guterres, quien dijo la semana pasada que las detenciones de inmigrantes deberían ser «una excepción» y «no la regla» y recordó que el número de indocumentados que llegan a Australia es mucho menor a los que reciben países como Italia o Malta.
El Gobierno de la primera ministra australiana, Julia Gillard, firmó el año pasado un acuerdo con Malasia para procesar las peticiones de asilo, pero éste posteriormente fue anulado. EFE