Los pilares de una relación nunca se sostienen sobre el atractivo físico. El maquillaje y las cremas antiarrugas no poseen la llave del corazón del otro. Es nuestro bagaje cultural, nuestra actitud en la conversación y nuestro interés en el diálogo, lo que reforzará los vínculos. Una buena cena acompañada de una conversación amable e interesante es un buen aperitivo para una noche memorable. Una mente seductora es una arma muy sútil y efectiva.