Al menos nueve personas han sido detenidas y acusadas de profanar las tumbas de la familia de Qin Shi Huang (259-210 a.d.C), primer emperador de China, informaron las autoridades locales de la provincia de Shaanxi, situada en el norte de China.
Según las fuentes, los daños en las tumbas, situadas en un mausoleo construido por el emperador, han sido muy graves y se han perdido valiosos objetos y manuscritos.
La agencia oficial de noticias Xinhua explica que fue el pasado 20 de octubre, cuando los trabajadores de las tumbas, situadas al noroeste de la ciudad de Xian en Shaanxi, encontraron un agujero de unos 30 metros de profundidad.
Dentro del agujero, con una superficie de 3.5 metros cuadrados, se halló una cuerda de 30 metros, unos guantes, tubos para conseguir oxígeno y un cuchillo.
Por otro lado, la prensa indica que la reducción de empleo en temporada de invierno sería la causa de las profanaciones de tumbas, ya que en el interior de éstas se encuentran antiguas reliquias.
Las tumbas asaltadas forman parte del mausoleo conocido como EsteQin, un complejo de 56 kilómetros cuadrados donde también se encuentran los restos del emperador.
El emperador Qin es famoso por haber unificado China y haber ordenado la construcción de la muralla China, los guerreros de terracota y de un palacio subterráneo, situado en el propio mausoleo, que aún no ha sido excavado, y donde podría estar su tumba.
La dinastía fundada por Qin, y que según él iba a durar diez mil años, se desplomó una década después de la muerte de este monarca, cuya ambición de levantar monumentos para la eternidad sugieren comparaciones con el faraón egipcio Ramsés II. EFE