Al menos 43 personas, dos de ellas niños, murieron hoy al colisionar una locomotora con un autobús de pasajeros en el sureste de Ucrania, informó el ministerio de Situaciones de Emergencia ucraniano.
Además, otras nueve personas se encuentran en estado grave, cuatro de ellas en coma, en la unidad de cuidados intensivos del hospital municipal de Márganets, según informaron las agencias ucranianas.
El accidente tuvo lugar alrededor de las 09.00 de la mañana hora local (06.00 GMT) cerca de la ciudad de Márganets, en la región de Dnepropetrovsk, en un paso a nivel sin vigilancia.
Una fuente policial señaló que un autobúsq ue cubría la ruta Márganets-Nikópol chocó con una locomotora que efectuaba maniobras.
«El conductor del autobús se saltó el semáforo y accedió al cruce cuando se acercaba el tren y como resultado se produjo el choque con la locomotora», informó Ferrocarriles de Ucrania.
Según testigos presenciales, el conductor de la locomotora utilizó las señales acústicas para advertir al autobús de su presencia, cuando éste último se encontraba parado.
Con todo, el chófer del autobús reanudó la marcha y, pese a los gritos de los pasajeros, se dirigió al paso a nivel donde el conductor de la locomotora ya no pudo evitar el choque, pese a sus denodados intentos de frenar.
Ferrocarriles de Ucrania exculpó al conductor de la locomotora, aduciendo que a una velocidad de 75 kilómetros por hora ésta necesita unos 600 metros para frenar completamente y que éste lo hizo 175 metros antes del paso a nivel.
El presidente de Ucrania, Víctor Yanukóvich, se desplazó al lugar del siniestro y declaró el miércoles día de duelo oficial en todo el país.
Mientras, el primer ministro ucraniano, Nikolái Azárov, aseguró que el Gobierno asumirá todos los gastos de entierro e indemnizará a las familias de los fallecidos con 12.500 dólares.
Medio centenar de personas colaboran en las tareas de rescate y remoción de los escombros dejados por el accidente de tráfico, el peor de la historia de Ucrania, según el departamento de Tráfico. EFE