Grace 19 años. Mis sueños de ser una profesional se vieron truncados desde el momento en que me embaracé. Quiero con toda el alma a mi hijo de un año y me esmero por ser una buena madre, pero al mismo tiempo me siento muy frustrada. Hago el papel de padre y madre, pues el progenitor de mi bebé me abandonó. Mi familia me ayuda cuidando al niño mientras trabajo. Me gustaría tener tiempo y dinero para estudiar. Quiero ser abogada y laborar por los derechos de las mujeres, pero tengo que dedicarme a conseguir el pan para mi chiquito. A veces creo que soy una mala mamá, pues debería conformarme con cuidar y mantener a mi infante, pero siento una gran envidia de todas las chicas que se portaron pilas y no metieron la pata. Ellas salen, se divierten y van a la universidad. En cambio mi vida se reduce a servir mesas y cambiar pañales.
Un comentario en «Sueños cortados»
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Estimada Grace
No te sientas mal; este es un gran tesoro que Dios te ha brindado; todo se brinda con el tiempo respectivo.
Esfuérzate al máximo y verás que con el tiempo las cosas mejorarán…
Tus sueños no se truncarán si desde ahora demuestras madurez y responsabilidad con tus obligaciones.
Cuidate mucho mujer; y recuerda:
«Tú eres el artífice de tu propio destino».