Engaño cruel

Natalia, 18 años. Estoy muy triste porque confíe en un hombre que me hizo una mala jugada.
Fuimos enamorados durante 8 meses y me convenció de tener relaciones con él. Después de quitarme la virginidad cambió mucho. Dejó de respetarme y empezó a tratarme como un objeto cualquiera.
Dejó de llamarme y de ir por mi. Me quedé plantada un sin número de veces, hasta que por último me terminó.
Me siento engañada, pues él me ofreció el oro y el moro y al final lo único que me dio fue un gran dolor y enorme tristeza.
Estoy muy herida e indignada, realmente creo que nunca más voy a confiar en los hombres. Yo estaba bien y era feliz, hasta que ese tipo vino a fregarme la vida.
Fui una verdadera tonta por creer en sus palabras y soñar con sus promesas. Nunca más volveré a caer en ese juego.
Mi querida Natalia:
A lo hecho pecho, la vida continúa. No te ahogues en tus lágrimas y procura reponerte. Ya vendrán nuevos y buenos amores.       
Tu amiga Conchita