El día a día nos sorprende cada vez más. Esta vez la noticia del hallazgo de los 72 cadáveres en Mexico, nos deja con el alma colgando de un hilo. Más aún cuando sabemos que un ecuatoriano de 18 años, se salvó de puro milagro.
Se trata de un grupo de migrantes que querían llegar a Estados Unidos y según nuestro compatriota Luis Lala, fueron secuestrados por el grupo delictivo de los Zetas.
La fortuna no sonrió a este grupo de personas, pues abandonaron sus países de origen para encontrar días mejores. La pobreza les obligó a dejar sus hogares con la promesa de regresar con dinero en los bolsillos, pero en lugar de prosperidad encontraron una verdadera pesadilla.
A los ecuatorianos, este acontecimiento se nos clava como un puñal en le pecho, pues al pensar en la masacre, se nos viene a la mente la imagen de nuestros seres queridos que viven afuera.
Resulta indignante la forma en que estos seres se despidieron de la vida. Ellos solo querían sacar adelante a los suyos.
