Dormir es una de las rutinas vitales más importantes. Espero que no tomes al descanso a la ligera, porque cada vez hay más estudios que remarcan la importancia de una buena noche de sueño. Además, lo relacionan con la pérdida de peso, puesto que la falta de descanso afecta a tu metabolismo y a la liberación de las hormonas que regulan el apetito.
Miles de mujeres tienen problemas a la hora de disfrutar de una buena noche de descanso, les cuesta mucho conciliar el sueño, se despiertan constantemente o no se encuentran recuperadas al día siguiente.
¿Cómo afecta la alimentación?
Se aconseja tomar una cena ligera. O dejar pasar varias horas entre esta comida y la hora de acostarnos. Lo creamos o no, esto es muy importante, aunque puede resultar difícil de seguir. Muchas de nosotras solemos cenar mucho y tarde, unas 2 horas antes de irnos a dormir. A veces, por nuestras obligaciones profesionales, no podemos decidir la hora, pero sí podemos asegurarnos de comer bien durante el día para no llegar vorazmente hambrientas a la última comida de la jornada.
Una gran comida pide que nuestro sistema circulatorio mueva más sangre hacia nuestro sistema digestivo, que nuestro estómago segregue más jugos gástricos, que nuestro páncreas produzca más enzimas digestivas, etc. Además, nuestro aparato digestivo está diseñado para funcionar mejor cuando nos encontramos de pie. Así que, aunque a muchas nos encanta la idea de tomar una siesta después de comer, no es algo ideal desde el punto de vista digestivo. Esto no quiere decir que nos vayamos a la cama hambrientas. Este otro extremo interfiere con el descanso al privar a nuestro cerebro de la dosis de glucosa.