¿Por qué la necesitas?

– Porque básicamente somos agua: constituye el 66% de nuestro cuerpo en la edad adulta (casi el 78% cuando nacemos). Hay órganos tan esenciales como el cerebro que lo son en un 75%. Además, humedece el oxígeno para que lo podamos respirar, se deshace de los desperdicios y nos ayuda a absorber los nutrientes.

– En la piel lo es casi todo: componente, medio, protector… Y funciona a tres niveles: profundo, en la dermis, donde se sitúa la reserva de agua; medio, en la epidermis, donde se regulan todos los procesos de hidratación; y superficial, en la capa córnea, donde se sitúa la barrera cuya misión es mantener sellada esta hidratación.

– El problema es que retener el agua en la piel es una misión complicada. El estrato córneo, que es el que actúa como frontera, se debilita por las agresiones externas y lo normal es que cada día digamos adiós a una parte importante de las reservas. En realidad, la propia piel tiene mecanismos para recuperarla, pero si dejan de funcionar adecuadamente se produce la deshidratación.

– La clave para restablecerla la tienen las acuaporinas. Son las proteínas de las membranas celulares de los queratinocitos y se encargan de transportar la hidratación a través de las células como si fueran una especie de canal de irrigación. De hecho, facilitan la difusión inmediata de millones de moléculas de agua en un solo segundo. Su descubrimiento le valió al biólogo norteamericano Peter Agre el premio Nobel de Química en 2003. Con él ha trabajado el equipo de investigación de Dior para desarrollar su línea Hydra Life, basada en extractos florales (entre ellos el jisten de Uzbekistán) que estimulan el funcionamiento de las acuaporinas 3 y 9.

Activos hidratantes

Son los ingredientes que te tienes que apuntar. Lo dicen las investigaciones científicas centradas en conseguir que el agua de tu piel se quede en su sitio. Desde el famoso ácido hialurónico, hasta las flores más exóticas.

– Ácido halurónico. Es el ingrediente estrella. Puede captar hasta 1.000 veces su peso en agua y es uno de los rellenos más usados en los tratamientos inyectados. En las fórmulas de las cremas, consigue recuperar rápidamente los niveles óptimos de hidratación. Aunque suele requerir otros activos que lo sellen dentro de la piel. Vichy lo hace en su línea Aqualia Termal con el Aquabioryl, un azúcar vegetal que crea un film protector hidratante.

– Clarins le añade a la fórmula de su línea Hydra Quench, también con ácido hialurónico, extracto de corteza de katafray, capaz de estimular la síntesis de filagrina, una proteína que constituye uno de los mecanismos naturales de hidratación más importantes.

– Plancton termal puro. Consiste en la extracción de la célula más activa del plancton termal de los manantiales de los Pirineos y lo descubrió en 1997 el doctor Lucien Aubert, que es el inventor de la tecnología Aquasource de Biotherm. Su concentración en las cremas de esta línea es tal que el contenido de un bote equivale a 5.000 litros de agua termal.

– Extracto de camelia. Es el ingrediente principal de la línea Hydra Beauty Nutrition de Chanel. En la forma del activo exclusivo Camellia Alba PFA hidrata y regenera la barrera cutánea, y acentúa la producción de factores de hidratación, esenciales para la consolidación de la capa córnea. Extraído de las semillas de la camelia, este aceite natural nutre y repara la epidermis. Además, aumenta las reservas hídricas de la piel, consolida el cemento lipídico (para que el agua no se pueda escapar) y refuerza el efecto barrera frente a las agresiones externas.

Agua bio mimética

– Es el ingrediente clave de la nueva línea Hydrationist de Estée Lauder y es un agua que está estructurada para que la piel la asimile fácilmente y aporte hidratación profunda inmediata. Está enriquecida con minerales como el magnesio, el calcio y el zinc. Y es un activador de la arginasa, una enzima clave para incrementar la producción de urea, un factor natural de hidratación que “captura” el agua.

– La función bio mimética también está presente en la línea Hydra Zen Neurocalm de Lancôme. Basada en la neurocosmética, la ciencia que estudia las interacciones de la piel y el sistema nervioso, su fórmula está enriquecida con microcápsulas de lipidura (acción biomimética de los lípidos naturales de la piel) y con ácido hialurónico, para que el agua se fije a la piel de forma inmediata. Estas microcápsulas aumentan la hidratación natural de la piel hasta en un 85%, además de calmarla y protegerla del estrés y las agresiones.

Fuente: Mujer Hoy