El Ministerio de Defensa de Ecuador informó de que hasta 2017 prevé destruir 15.595 minas anitpersonas en varias zonas de la frontera amazónica con Perú, que fue el escenario de un conflicto armado entre los dos países en 1995.
El Ministerio informó de que esa tarea forma parte del programa de «desminado humanitario» que el país ha ejecutado desde el año 2000, para limpiar de dichos artefactos las zonas fronterizas.
Entre enero y febrero de 1995, Ecuador y Perú protagonizaron una «guerra no declarada» en la cordillera de El Cóndor, en la selva amazónica, por una disputa limítrofe que fue zanjada en 1998 con un acuerdo definitivo de paz.
Tras las escaramuzas, ambos países se comprometieron a limpiar de explosivos la frontera.
El Ministerio precisó que la destrucción de minas se ejecuta en la actualidad sobre un área de 466.872 metros cuadrados en las provincias amazónicas de Morona Santiago, Pastaza y Zamora Chinchipe.
El Comando General de Desminado del Ejército ecuatoriano ya ha limpiado las zonas contaminadas con ese tipo de explosivos en las provincias costeras fronterizas de El Oro y Loja.
Desde el año 2000, la unidad de especialistas del Cuerpo de Ingenieros del Ejército ha destruido unas 6.000 minas contra personas encontradas en las zonas fronterizas con Perú.
Además, en días pasados, el Comando General de Desminado destruyó unas 800 minas que mantenía almacenadas con fines de capacitación e investigación, en cumplimiento del Tratado de Ottawa sobre la prohibición del empleo de esos artefactos de guerra.
Ecuador ha emprendido una estrategia para acelerar el proceso de «desminado humanitario» en el país, con el objetivo de cumplir también con los compromisos internacionales adquiridos.
El Gobierno ecuatoriano suscribió en 1999 la «Convención sobre la prohibición del empleo, almacenamiento, producción y transferencia de minas antipersonales y sobre su destrucción» (Tratado de Ottawa).
El Ejecutivo de Ecuador informó en junio pasado que invertirá más de 21 millones de dólares en desactivar las minas explosivas que aún se encuentran en la frontera amazónica. EFE