Las relaciones de pareja no son precisamente algo fácil de sobrellevar. Caer en discusiones rutinarias que desgastan la relación, es muy sencillo. Las discusiones que se dan con mayor frecuencia entre las parejas se producen por frases que se lanzan de forma automática e irreflexiva. Ante estas frases hirientes y descalificadoras, ninguno de los miembros queda indiferente, pues suponen un ataque directo contra el otro, a quien se suelen atribuir características negativas, que terminan por anular los aspectos positivos de la persona. Los términos como “siempre”, “nunca” o “tú eres”, resultan muy nocivos para la relación, pues son absolutistas, dejando como opción que las cosas sean blancas o negras, atacando de forma directa al respeto de la pareja. Otro aspecto que suele generar problemas en la pareja, es cuando uno de los dos hace alusión a la familia del otro para explicar los conflictos. Por lo que es importante actuar de manera franca, pero con paciencia y sabiduría.
