Skype celebra su décimo aniversario con 300 millones de usuarios activos y conversaciones por un equivalente a 2.600 millones de años, una década en la que, en soledad o en el seno de grandes compañías, ha sabido adaptarse con éxito a un cambio integral de la comunicación y la tecnología.
En abril de 2003 se hizo la primera llamada por Skype desde un ordenador personal en Estonia, pero no fue hasta el 29 de agosto de ese año cuando se puso en marcha la primera versión beta de este servicio de voz sobre IP.
En diez años la audiencia de la red se ha multiplicado, ha emergido, imparable, el internet móvil, han nacido y caído líderes tecnológicos y las comunicaciones ocupan un lugar prominente en la sociedad.
Skype ha sobrevivido a los bandazos de la industria, a los cambios bruscos que han impuesto nuevas formas de interrelación personal y no son muchas las compañías que puedan decir lo mismo.
«Creo que hace diez años nadie era capaz de imaginar cómo evolucionaría el mercado y, con él, Skype», explicó en una entrevista con Efe el director de desarrollo de Skype para América Latina, Alejandro Arnaiz.
El directivo indicó que el éxito de Skype reside en que fue pionero en las videollamadas a gran escala y en las videollamadas en alta definición y en que ha intentado estar siempre presente en las distintos dispositivos (ordenador, televisión, tabletas, teléfonos) y sistemas operativos.
En días pico concurren 50 millones de usuarios en el servicio, cuya funcionalidad más utilizada es la videollamada.
Sin duda, la decisión de estar presente en dispositivos móviles ha sido una de las claves de su supervivencia.
Skype es una de las aplicaciones más descargadas en teléfonos inteligentes y tabletas y cada mes el 50 % de los nuevos usuarios del servicio son móviles.
Arnaiz apuntó que mes a mes la tasa de crecimiento de los usuarios que utilizan Skype con el móvil o la tableta se duplica con respecto al mismo periodo del año anterior.
La historia de Skype, fundada por Niklas Zennström y Janus Friis en Estonia, ha estado repleta de compañeros de viaje.
En 2005 la compró eBay por 2.600 millones de dólares, en 2009 el 70 % de la compañía pasó a manos de inversores privados y en mayo de 2011 Microsoft anunció que la adquiría por 8.500 millones de dólares, con el objetivo de posicionarse en las comunicaciones en línea, un ámbito en el que estaba perdiendo fuelle.
Su nueva posición como una división de negocio en Microsoft ha provocado la integración del servicio en Windows 8 y Windows Phone 8, la sinergia con Outlook y la migración del servicio de mensajería Messenger a Skype.
En este sentido, Arnáiz reconoció que habrá más procesos de integración.
Durante mucho tiempo hablar de voz sobre IP casi equivalía a hablar de Skype, aunque el auge de las comunicaciones móviles ha hecho que actores tan diferentes como Google, Apple, Line, Viber o Whatsapp se hayan posicionado como sus competidores.
En ese contexto, Arnaiz afirmó que la compañía sigue buscando «nuevas maneras que permitan a la gente estar en contacto».
Entre otras líneas de investigación, se han hecho pruebas con videollamadas en tres dimensiones.
Aunque Skype se ha mantenido firme en un ecosistema cambiante, no todo ha sido un camino de rosas.
Hace poco su nombre se vio salpicado por el escándalo de espionaje destapado por el ex técnico de la CIA Edward Snowden: según éste, la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos accedía a información alojada en sus servidores.
Sin embargo, Arnaiz asevera que Skype no se arrepiente de nada de lo que ha hecho en sus diez años de historia. EFE