Jue. Sep 19th, 2024

Hay que identificar a los vándalos que ingresaron a la cancha del estadio 26 de Enero de Azogues para agredir inpunemente al árbitro Fabián Muñoz, que según la ‘banda de anormales’ perjudicó al Municipal de Cañar, sancionando un tiro penal que decretó la victoria del visitante, Universidad Técnica de Cotopaxi. Independientemente, de si se produjo o no el error arbitral, de ninguna manera se puede tolerar, semejante atropello, con instinto criminal por medio, alentado por algunos directivos  de ese club sureño, que participaron directamente en la agresión a mansalva, según lo expresan voces que conocen e identifican a varios de los cobardes.
Las imágenes emitidas por la televisión, el domingo a la noche, me dejaron perplejo e irritado, observando la impunidad, como a vista y paciencia de los efectivos policiales, que mostraron una enervante pasividad y jamás intentaron frenar a la pandilla de agresores, estos golpearon a mansalva y se marcharon campantes del estadio, tras repartir golpes y puñetazos, al pobre referí y a sus ayudantes, que rodaron por el piso, con sádica frecuencia.
Fue un acto de barbarie, salvaje, incomprensible. Una muestra cavernaria, que pinta de cuerpo entero, la intromisión de personajes, que disfrazados de dirigentes del fútbol, son capaces de promover y ejecutar auténticas tragedias. Porque el maldito incidente en Azogues, pudo dejar como saldo una crónica altamente dolorosa y vergonzosa. Aspiramos a que la dirigencia de la FEF, tome cartas en el asunto, desenmascare al grupo de montoneros y los sancione con todo el rigor de la ley deportiva. Y esperamos también, que el alto mando policial, sacuda a esos impávidos miembros, que temerosos y acomplejados dejaron a los jueces a merced de los vándalos. Insoportable.
Por: Raúl Cruz Molina

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