La secretaria ejecutiva de la Cepal, la mexicana Alicia Bárcena, dijo hoy a Efe que en América Latina y el Caribe viven unos 46 millones de indígenas y 120 millones de afrodescendientes y que los países que más han avanzado en políticas en favor de los primeros son Ecuador y Bolivia.
La población afrodescendiente está cerca de triplicar a la de los pueblos originarios americanos. «En ese tema ha habido un poco de silencio estadístico», señaló la responsable de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Bárcena concedió una entrevista a Efe hoy, Día Internacional de los Pueblos Indígenas, con motivo de la Primera Reunión sobre la Conferencia Regional sobre Población y Desarrollo que se desarrollará a partir del lunes 12 en Uruguay.
Hay cerca de 670 pueblos originarios reconocidos por los Estados de América Latina, apuntó Bárcena, quien destacó que Bolivia y Ecuador son los países que más han avanzado en el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas a nivel estatal, pero también ha habido avances en México.
También ha habido progresos en México, donde «se les ha dado reconocimiento a sus derechos y hay programas específicos de apoyo» a estos grupos, aseguró la responsable del organismo regional de Naciones Unidas.
«Todavía hay mucho terreno que abordar en otros lugares», apuntó Bárcena, quien consideró que «se ha avanzado mucho en el terreno de derechos y de legislación, pero menos en la parte de respetar sus modos de pensar, de hacer, de producir».
«Hay mucha relación entre los pueblos indígenas, sus territorios y sus conceptos de desarrollo, y creo que ahí hay algunos países que no han logrado insertar a profundidad a los pueblos indígenas dentro de su concepto nacional», reflexionó la alta funcionaria de Naciones Unidas.
Bárcena citó a Chile, donde a su juicio la Isla de Pascua, en medio del Océano Pacífico y famosa por sus moais, las gigantescas figuras de piedra de la cultura polinesia, «puede ser que esté más integrada al país que la zona mapuche».
Los mapuches, principal etnia indígena del país, se concentran en las regiones de la Araucanía y el Biobío, a unos 600 kilómetros al sur de Santiago, y desde los años 90 protagonizan un conflicto con empresas agrícolas y forestales por la propiedad de tierras que consideran ancestrales. EFE