Un espectáculo de música en la capital mexicana sirvió ayer de homenaje a la cantante Chavela Vargas, representada por un sillón vacío y una mesa con vasos de tequila, en un evento con varios guiños al pasado de «La Chamana».
Los cantautores Inma Serrano, María Elena «La Negra Chagra» y Tontxu, la escritora María Cortina, los compositores Edgar Oceransky y Mario Ávila, el cantante Fernando del Castillo «El Chino», los guitarristas Miguel Peña y Juan Carlos Allende y el bailaor Rafael Amargo participaron de forma directa o indirecta esta noche.
A partir de una iniciativa de la Oficina Cultural Española de la Embajada en México, los artistas y el público recordaron en el aniversario de su muerte a este personaje «referente además de artista» por su «modo de hacer y su personalidad», comentó a Efe la española Serrano, «La voz del Mediterráneo», conductora del evento.
Inma Serrano, quien conoció a Chavela Vargas (1919-2012) en 1992 y de quien recuerda que «impactaba tanto en distancia corta como en larga», abrió este homenaje-celebración dedicándole «Te esperaré una vida», de composición propia, y más tarde «Amanecí en tus brazos» y «Cruz de olvido».
La cantante española, quien sin embargo no tuvo una relación íntima con «La voz de México», quiso por ello representar con este acto a «la voz de todo ese público anónimo que la ha adorado siempre».
Al escenario salieron de principio a fin Miguel Peña y Juan Carlos Allende, conocidos como «Los Macorinos» tras actuar desde 2003 con la artista, de la que Peña recuerda ante Efe que con Chavela aprendió a «acompañar mejor a los cantantes» como ella, que era «impredecible en sus compases».
Mario Ávila ofreció ante los alrededor de 500 asistentes al Lunario del Auditorio dos canciones con su música: «Chavela, niña», recordando a «la niña dolorida» que la artista mexicana nacida en Costa Rica siempre llevó consigo, y «A dónde te vas, paloma», que tras su muerte «se vuelve como un saludo y una despedida».
Tontxu y Edgar Oceransky representaron sobre el escenario la unión de los dos países por los que Chavela Vargas declaró su amor: el país al que dedicó sus últimas palabras -«Me voy con México en el corazón»- y España, de la que dijo que era su «tierra».
Los artistas español y mexicano, respectivamente, cantaron «Piensa en mí» y «Un mundo raro»
También regaló una de sus composiciones un bromista Fernando del Castillo, «El Chino», amigo de la artista con poncho y a la que cantó «Desde el abismo», en un evento que contó con los consejos y la dirección artística de María Cortina, quien escribió con la artista el libro «Dos vidas necesito. Las verdades de Chavela».
Su canción «Nos soy de aquí, ni soy de allá» recordó la interpretación que la artista y Chavela Vargas realizaron en 2004 en el Luna Park de Buenos Aires, de la que Inma Serrano recuerda que el estadio «se caía» por la entrega del público, ante el que Chavela «revivió».
En un último intento de revivir en el recuerdo a «La Chamana», los artistas se unieron en la urbe que la nombró ciudadana distinguida para brindar con tequila por Chavela y entonar, entre otras melodías, su primer éxito y canción más conocida: «Ponme la mano aquí, Macorina…». EFE