Aidan fue prematuro y siempre tuvo una protuberancia en su cara, espalda y pierna; además de que experimentó ataques desde las 3 semanas de nacido. Vikki y Karl, papás del niño, indicaron a un medio británico que a partir de esos hechos, su hijo sufrió daño cerebral, pero que sin importar la situación seguirán buscando algún médico que pueda darles el diagnóstico.