Si hoy le aplicaran un examen para determinar si tiene una vida saludable, ¿lo aprobaría? Esa es una pregunta que debería hacerse con frecuencia y en especial si tiene a cargo a su familia. Si le interesa saber su calificación debe revisar si usted aplica o no las Reglas Básicas para tener una vida saludable.
Presentamos cinco recomendaciones para que su cuerpo y mente vayan rumbo a mejor estado de salud. Su cumplimiento no es complicado, al contrario, están diseñadas para que la mayoría de la población las ponga en práctica con facilidad. No es casualidad que la primera de esas reglas sea la actividad física, dados sus múltiples beneficios en diversos campos de la salud física y emocional.
La doctora en medicina y nutrición clínica y pediátrica, Raquel Tejada, citó que “la actividad física está relacionada de forma positiva con la buena salud cardiorrespiratoria en niños y jóvenes”. Si el día tiene 1 440 minutos, programe 30 de ellos para realizar actividad física! Solo ganancias tendrá en su vida. No requiere estar en un gimnasio o correr una maratón, únicamente decidirse a sentarse menos y a moverse más, ya sea caminando, bailando, lavando su vehículo, subiendo escaleras, en fin, todas aquellas actividades que agiten positivamente su día a día.
Analice sus requerimientos y recuerde que los beneficios de la actividad física (y los riesgos de salud asociados a la inactividad) se extienden más allá del control del peso. Según el Centro para el Control de Enfermedades de Estados Unidos, pocas decisiones relacionadas con el estilo de vida tienen un impacto tan grande en la salud como realizar actividad física de forma habitual.
Una vez que usted tomó la decisión de darle movimiento a su vida, recuerde que debe acompañarla de una buena alimentación e hidratación, porque serán el combustible para alcanzar adecuadamente el objetivo.
La Dra. Tejada agrega que “una buena dieta no suprime alimentos sino que busca el balance. Es falso que existan alimentos buenos o malos, lo que sí es cierto es que muchas personas tienen dietas desbalanceadas, es decir consumen más calorías de las que gastan. Si usted se ve reflejado en ese grupo comience por incluir alimentos de todos los grupos nutritivos. Por ejemplo: consuma al menos 5 porciones de frutas y vegetales al día y así comenzará a ver resultados positivos”.
Si tiene dudas de cómo lograr el equilibrio, visite a su médico o nutricionista para que le guíen y usted cumpla el objetivo de inyectarse de vida saludable y energía. Pero no basta solo con alimentos sólidos, también es trascendental que usted incluya en su dieta una buena hidratación. Todas las bebidas ayudan a mantener su cuerpo hidratado, por eso puede incluir refrescos, gaseosas, café o té entre sus opciones en su dieta.