Sáb. Sep 21st, 2024

El presidente de honor del Comité Olímpico Internacional (COI), Juan Antonio Samaranch, considerado el promotor del olimpismo moderno, falleció ayer en la ciudad española de Barcelona a los 89 años de edad.
El deceso se produjo a causa de una parada cardiorespiratoria, minutos después de hacerse público un parte médico en el que se señalaba que se encontraba en “shock irreversible” y que su estado era “crítico”.
Samaranch había ingresado al Hospital Quirón, el pasado domingo 18 por una insuficiencia coronaria aguda, y en el momento del desenlace se encontraba rodeado de sus seres queridos.
El fallecido estaba acompañado por sus dos hijos, María Teresa y Juan Antonio, sus hijos políticos, sus nietos y por Lluïsa Sallent, la mujer con la que ha compartido los últimos años de su vida, tras enviudar de la que fuera su esposa, María Teresa Salisachs.
El sucesor de Samaranch al frente del COI, el belga Jacques Rogge, dijo que se encontraba “profundamente triste” por la muerte del hombre que “más contribuyó al desarrollo de los Juegos Olímpicos de la era moderna”, un hombre que le inspiró y cuyo conocimiento del deporte era “realmente excepcional”.

BIOGRAFÍA
Samaranch, que nació el 17 de julio de 1920 en Barcelona, presidió el COI entre 1980 y 2001, durante los que promovió la eliminación de la separación entre deporte amateur y profesional, la fructífera gestión de los derechos de televisión, la equiparación de hombres y mujeres en los Juegos y en el COI y, sobre todo, el punto final a los boicoteos políticos.
De hecho, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, destacó ayer que Samaranch fue la “gran figura” que abrió el olimpismo a los deportistas “de todos los países”.
También fue el artífice de que los Juegos de 1992 se celebrarán en Barcelona, su ciudad natal, y respaldó los esfuerzos de Madrid en sus aspiraciones olímpicas.
Cerró su gestión en Moscú, en una asamblea del COI que eligió a Rogge y otorgó, como él quería, los Juegos de 2008 a Pekín.
La recta final de su mandato se vio empañada por un escándalo de corrupción en el seno del COI, relacionado con la candidatura ganadora de Salt Lake City (EE.UU.) a los Juegos de Invierno de 2002. Se demostró que los organizadores se habían ganado el favor de los miembros del COI con regalos, prebendas e influencias.
La capilla ardiente con los restos del ex presidente honorario del COI se instalará hoy, en el Palacio de la Generalitat de Barcelona. EFE

Por ccarrera