En dicha práctica desconocidos pagan para poder ganar el derecho de tener relaciones sexuales con ellas: entre más boletos se compren, hay más posibilidad de ganar; y para aquellos que son compradores frecuentes existe la posibilidad de elegir a la joven que más les guste. Las autoridades no saben como actuar al respecto. “Podemos darles una noche de satisfacción o lo que él desee”, confesó una de las chicas a un periodista. Para poder asistir a sus ‘compromisos’, las jóvenes mienten a sus padres. “Mi mamá ya sabe que me voy a divertir. A veces, le digo que voy a salir con mi prima o que me voy a dormir a la casa de una amiga”, explicó una de ellas.