Rafael Correa dio detalles de la conversación telefónica mantenida con el vicepresidente de EE.UU, Jon Biden.
Rafael Correa, aseguró ayer que la llamada de la semana pasada del vicepresidente de Estados Unidos, Joseph Biden, no tuvo como finalidad presionar a su Gobierno por el caso de Edward Snowden, quien está a la espera de que Quito tramite su solicitud de asilo.
Correa, que el fin de semana reveló que el viernes recibió una llamada telefónica de Biden, recalcó que éste “jamás” se comunicó con él para presionarlo.
“Lo que sí manifestó es que las relaciones bilaterales se iban a deteriorar fuertemente”, un factor que, apuntó, tomarán en cuenta si finalmente llegan a tramitar la solicitud de asilo del extécnico de la CIA, reclamado por el Gobierno estadounidense por revelar información secreta.
El gobernante dijo que le recordó a Biden el caso de banqueros ecuatorianos que permanecen en Estados Unidos y son requeridos por la justicia del país.
La semana pasada, el secretario de Comunicación, Fernando Alvarado, dijo que su país “no acepta amenazas de nadie, y no comercia con principios ni los somete a intereses mercantiles”. Correa aseguró ayer que “una economía como la ecuatoriana puede suplir la ausencia de preferencias arancelarias”