Cuando el menor aprendió a hablar su preferencia se hizo más evidente: “Soy una niña”, aseguraba a los 3 años. Sus padres sufrían al ver a su hijo llorando porque no quería salir a la calle vestida de niño. Desde aquel entonces Coy Mathis es una niña. Sus padres recuerdan haber acudido a especialistas como pediatras y psicólogos para explicar el comportamiento de su hijo. Los expertos en el campo señalaron que su hijo era transexual por lo que recomendaron a la familia dejarla ‘vivir tal como ella es’. Ahora Coy está en la escuela y recientemente ganó el juicio para poder utilizar el baño de niñas en su unidad educativa.