Tres asesinatos durante la madrugada de ayer volvieron a provocar temor y dolor en diferentes sectores de Guayaquil. Las causas de los fatales hechos de sangre fueron el robo, los celos y el posible ajuste de cuentas entre criminales.
MARIDO CELOSO LA MATÓ
El primer asesinato se registró a las 00h45 en la Cooperativa Unión de Bananeros, en el Guasmo Sur, donde Cynthia Soraya Ruíz, de 40 años, fue abaleada por su conviviente, que no soportó verla conversar con un amigo durante una fiesta y al llegar a su vivienda prefirió quitarle la vida como castigo, para luego huir del sitio. La mujer falleció minutos después en el Hospital del IESS, producto de un disparo en la cabeza.
NO SE DEJÓ ROBAR
El otro homicidio se produjo al norte de la ciudad, en la Ciudadela La Alborada, en la Avenida Francisco de Orellana, cuando Franklin Federico León García, de 24 años, había salido de una discoteca alrededor de las 01h30 y fue interceptado por varios delincuentes que trataron de quitarle sus pertenencias.
El fallecido se opuso al acto delictivo y terminó recibiendo dos disparos en el abdomen y tórax que le provocaron la muerte instantáneamente.
En la morgue de la Policía, ningún familiar se acercó a retirar el cadáver de León.
MUERTO POR MAL REPARTO
El tercer crimen se cometió a las 03h30, en el Bloque 16 de la Cooperativa Flor de Bastión, al norte de Guayaquil, mientras Jhonny Oscar Seminario Rivera, de 28 años, se encontraba libando con varios amigos y hasta el sector llegaron varios individuos a bordo de una camioneta que le dispararon por varias ocasiones en todo el cuerpo, muriendo en la acera. En el lugar, los moradores indicaron que el sujeto andaba en malos pasos y que todo apunta a que fue un ajuste de cuentas por un mal reparto.
El alcohol es el culpable
El trabajo policial no logra detener la delincuencia en Guayaquil, y sus principales autoridades, creen que la principal causa de los crímenes es el alto índice de alochol que ingieren los agresores. En las últimas 24 horas, la fuerza del orden atendió 390 auxilios, deteniendo a 189 personas involucradas en libar en la vía pública y protagonizar escándalos. Del alto rubro de problemas en la madrugada guayaquileña, tres terminaron en violentos asesinatos. Fluye el desorden. (MV)