“El equipo está bárbaro”, pronunció infortunadamente el ‘Patón’ Bauza, en medio de la cadena de resultados mediocres, que exhibe Liga en el torneo 2010. Si está bárbaro en el plano de relación interna, me parece una proclama que habla bien de la manera racional, con que los players de la ‘U’, llevan casa adentro su convivencia. Si se refiere al rendimiento del equipo, es una frase que encierra una alta dosis de distracción. Liga no juega bien, no marca goles y le sacan puntos imposibles sobre el pitazo final. Se ha convertido en un generoso ‘regalatodo’, provocando profunda inquietud en su hinchada, que mira con desazón, como un equipo construído para barrer en el campeonato, se arrastra con desesperación en cualquier cancha. En la suya y en la ajena. Los que avisorabamos una máquina de fútbol, como aquella que construyó a pulso para ganar la Copa Libertadores de América, nos equivocamos del medio a la mitad. Nos imaginábamos un vendaval que iba a volar en la cancha, demoliendo a los rivales y ganando de calle la corona. La realidad dice lo contrario. Este equipo edificado para correr como un coche Fórmula Uno, apenas es un débil cacharro, que llega tosiendo y a punta de empujones. El rosarino tendrá que aceptar, que su equipo no muestra el equilibrio adecuado, que no ha alcanzado el funcionamiento ideal, que varias piezas del grupo de los célebres -Méndez, Ulises, Reasco y otras hierbas- pasan por un momento de evidente descenso. El DT igualmente, deberá reflexionar, que sus cursis argumentos y ácidas protestas en contra de los árbitros, encierran una cuota de debilidad y carencia de autoanálisis. Como sucedió tras el episodio de Cuenca. No ha cesado en reclamar, que el corner que no dio el árbitro Diego Lara, originó el tanto del empate del equipo morlaco, cuando en realidad, fue la grosera falla del zaguero Calderón, la chispa que terminó en flagelo y en la pérdida de dos puntos de oro que estaban ya en el bolsillo. Será mejor, jugar con aplomo y no llorar a mares en público.
Por: Raúl Cruz Molina
